La bailarina sagrada era la encarnación de la Diosa Shakti.
En oriente se considera a que la diosa Shakti encarna un poder que es móvil de la evolución y su verdadera naturaleza consiste en desplegar la femineidad que es una fuerza sutil y divina. En las antiguas escuelas se enseñaba el arte erótico para devolverle a la mujer su naturaleza intima, realizando así su función en el equilibrio del universo.
La danzarina consagrada era una sacerdotisa un puente entre el cielo y la tierra, entre la energía y el espíritu. La danza de sacerdotisas encarna el poder del fuego primordial, el fuego origen de todo lo creado.
Las pitonisas de las escuelas de conocimiento creen que existen Tres Clases de energía femenina.
La danzarina de la tierra: biológica, vital, magnética de muslos fuertes y pechos turgentes con una conexión natural casi animal con el fuego, ella es sexo, ella siente se enciende con el pulso del tambor, la tierra la llena de emoción, con sus pies descalzos y ojos de serpiente empieza su danza de fuego…. Regente Luna
La danzarina de templo: aquella sensual mujer que despliega el arte de lo erótico, perfume suave de Jazmín, musa inspiradora de grandes poetas. Bailarina hipnótica con altos atributos de belleza, ella mantiene el ritmo de la diosa. Con ojos imantados de erotismo atrae todas las miradas masculinas… Regente Venus
La sacerdotisa: envuelta en el velo del éter, inalcanzable, liviana, Mujer consagrada al espíritu.
Misteriosa de pies alados, blanca y transparente. Con ojos de galaxia, ella danza cerca de las estrellas en la noche mágica, ella es el Gran Puente de Conexión con el Espíritu Divino….Regente Sol
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